Un kilo de grasa versus un kilo de músculo

Diferencia de volumen de grasa y músculo

¿Cómo puede alguien pesar lo mismo que tú y verse más delgado?

¿No te ha pasado alguna vez ver a alguien que pesa lo mismo que tú y pensar: “¿pero cómo puede estar tan delgado?” Tranquilidad, no es brujería ni que tu báscula se haya vuelto loca. Todo tiene que ver con la diferencia de volumen de grasa y músculo, y cómo se distribuyen en el cuerpo.

Un kilo no siempre ocupa lo mismo

Un kilo es un kilo, claro. Pero no todo kilo ocupa el mismo espacio. Un kilo de grasa y un kilo de músculo pesan lo mismo, sí, pero la grasa es mucho más voluminosa. Es más blandita, más “esponjosa”, por así decirlo. El músculo, en cambio, es compacto y firme.

Así que dos personas que pesen lo mismo pueden tener cuerpos muy distintos: una con más grasa se verá más grande, mientras que otra con más músculo se verá más definida y con menos volumen. De ahí que puedas estar más delgado sin que el número de la báscula baje.

El músculo quema más… incluso en reposo

Otra ventaja del músculo es que consume más energía, incluso cuando estás tirado en el sofá. Es como tener un pequeño horno trabajando todo el día. La grasa, por su parte, simplemente está ahí, ocupando sitio y sin aportar mucho.

Puedes perder grasa sin bajar de peso

Puedes estar perdiendo grasa y ganando músculo a la vez. Como el músculo pesa más por volumen que la grasa, tu cuerpo se moldea aunque el peso no cambie. Si empiezas a entrenar y a ganar masa muscular, es probable que pierdas volumen aunque el peso se mantenga. Tu cuerpo está cambiando por dentro, aunque la báscula no lo refleje. Y eso, créeme, es lo que importa.

Lo notarás en cómo te queda la ropa, en lo que ves en el espejo, y en cómo te sientes. Así que olvídate un poco de la báscula, que no lo cuenta todo.

El peso no lo es todo

No te desmotives o preocupes si te pesas y el número no baja. Dos cuerpos pueden pesar lo mismo y no parecerse en nada debido (como ya hemos desarrollado) a la diferencia de volumen de grasa y músculo. El músculo ocupa menos, se ve mejor y encima te ayuda a quemar más.

¿Mi consejo? Deja la báscula de lado de vez en cuando y fíjate en cómo te ves, cómo te queda la ropa o simplemente en cómo te sientes. Porque el peso es solo un número, pero tu bienestar no se mide en kilos.

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